Selección de figurines
Selección de figurines
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René Miranda Leroux
RENÉ:
- En esta invasión no hay precipitación sino oportunidad
Luis Antonio, en la capital hay un torbellino de cosas
provocado por los estudiantes de la universidad... y los
han puesto presos... y los han mandado a hacer
carreteras y los han torturado y la gente está exaltada
y no halla qué hacer. Las familias abren los ojos y ven
al monstruo con los ojos que hay que verlo.
LIZARRALDE (asiente, reflexivo):
- Sí, los carajitos se alzaron.
RENÉ:
- Y las mujeres, Luis Carlos, las mujeres han hecho cosas bellas... En la cárcel lloramos.
Se oye una música de flauta y vemos un viejo mendigo que toca sentado en un banco. René se detiene y da un par de pasos hacia él. Lizarralde lo sigue. Quedan viéndolo y René deja caer un par de monedas. Toma aire y voltea hacia el lado opuesto para mirar a unas mujeres que conversan divertidas.
RENÉ: (Siempre sonriendo)
- Juan Manuel Ruíz en la cárcel tocaba la flauta siempre (y comienza a caminar, de nuevo).
Sec.- 32 René y Lizarralde caminan de noche por París
De él dice el cineasta Luis Carlos Hermoso
en uno de sus videos:
Sec.- 14 - De Príncipe a mendigo
- El René Miranda Leroux, a quien conocí en Madrid
en el 29, era un hombre de familia acomodada y casi
ilustre...
A los 20 años ya había aumentado su fortuna y era
un militar exitoso. Pero de ser un príncipe consentido
del dictador de Arcadia pasó a ser el preso más
miserable en la horrorosa prisión de La Abadesa. Allí
estuvo ¡14 años!... De ese repugnante sitio salió a
preparar la invasión del "Sieg" (afirma tajante):
René Miranda, el mítico padre de Andrés, ¡siempre
ha sido un misterio para mí..!
Sec.- 50 Boudoir de Amelia
- No voy a volver a verte, Amelia Luna...
Sec.- 35 - René y el Directorio Revolucionario
- Por último, aquí están mis notas sobre el manifiesto de la Junta y algunas cosas que creo que deben añadirse. Sólo quiero destacar ahora, en este momento, lo que me parece más importante de todo: aclarar a la gente y en cuanto documento posterior se pueda, que esta acción armada puntual que pretendemos se convierta – como se convertirá – en una escalada de alzamientos en armas y en
definitiva en una revolución que dé al traste con la dictadura, aclarar que esta invasión lo que quiere es despejar del horizonte de Arcadia los gobiernos militares que desde la independencia nos han regenciado. Es decir: decir de todas las maneras posibles, que estas armas que hoy empuñamos… son para despejar de marcialidad, de mi-li-ta-ri-dad, los caminos de Arcadia y poner de una vez y para siempre en manos de la civilidad, léase: de la civilización, el destino del país...
Si no es así, seguiremos enterrándonos en ese fango horrendo y putrefacto que hoy vive nuestra patria…
Sec.- 73 - Desembarco y combate
COLOR. René avanza caminando por el centro
de una calle con estrechas aceras y casas con
ventanas de rejas de lado y lado.
Va rodeado de los suyos que ahora lo
sobrepasan corriendo.
Caen dos hombres del Sieg sin que sepamos
quién los comanda.
Un hombre de Carrero es tiroteado y cae junto
a otros dos heridos.
Un francotirador apunta y vemos caer a un
hombre casi a lado de René.
BLANCO & NEGRO. Las imágenes ahora son
más abiertas y tienen doble movilidad: la de la
inestable cámara que las captura y la que les
aporta el propio itinerario del camarógrafo que corre, se para, se escuda en un parapeto,
vuela hasta una esquina…
Adelante René camina rodeado y sobrepasado por su gente que corre hacia el enemigo.
Tres hombres. Uno cae mortalmente herido en el estómago. Otro suelta el mauser y sale corriendo.
El tercero auxilia al herido.
Otro herido con las manos en la cabeza da vuelta sin poder ver ni orientarse.
El médico (Federico Gibbon) lo alcanza y trata de llevarlo con él en medio del tiroteo.
COLOR. Vemos en picado a René y un reducido grupo parapetearse en una esquina evitando el fuego frontal.
Elbano llega hasta él y con grandes gestos señala el sitio lateral donde tiene emplazada la ametralladora.
René niega con la cabeza.
Los vemos ahora desde la calle transversal donde están protegidos y observamos como por la calle principal siguen avanzando algunos en dirección al enemigo. Cristiano Vidal, llevando la bandera, pasa con otros tres y cae fulminado por un balazo. Mientras los que lo acompañan tratan de asistirlo, René deja a Elbano y corre al centro de la calle para tomar del suelo la bandera.
BLANCO & NEGRO. Desde atrás de la escena de Vidal muerto y quienes lo asisten, vemos aparecer a René desde la transversal y recoger la bandera (se ha repetido la escena). Por derecha e izquierda salen cinco hombres que llegan en medio de las balas
casi hasta René quien, haciendo gestos de que le sigan, acomete hacia la boca del puente.
COLOR. Frontal de René con la bandera a la izquierda y en la derecha el pistolón que dispara tratando de apuntar...
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LUIS ANTONIO
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NUMA ESCUDERO
