Selección de figurines
Selección de figurines

La Madre Patria
que desde aquí se ve clarita
porque el mar más bien la acerca

Y vamos y venimos navegando
una bella carabela
armada con disfraces
con cámaras con luces y con drones
(en vez de espadas alabardas y morriones).
En su infinita tristeza e inútil sabiduría
nuestro almirante
se llama por conquistador:
español de Indias.
Amelia, de Triana como Juan,
genial y súbita
se perfila, lo ama
y se lo folla...
Madrid preámbulo y epígrafe y epílogo.
Siempre eido, imagen bella,
siempre fuera de foco.
Madrid de Cervantes
y nuestro navajeado Agustín Lara.
Madrid del 98 y del 14 y del 27.
De Madrid a Cádiz y a Arcadia.
De Madrid a la guerra civil de todos:
una parábola
que cierra los ojos a tantos
y los abre a los que quedamos
como vivos.
Acérquese a la rutilante Madrid
que deslumbró a los Miranda-Leroux
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El amoroso, variado y profuso material que sigue y que cita y pondera una época y unos seres especiales
(la generación del 27 y su rededor) puede no figurar
directamente en la película. Mas es el marco histórico
y poético perfecto, real y único para entender a los personajes, sus motivaciones y acciones.
La admirable entrega, todo el romanticismo, el sacrificio, está relacionado con esta catarata de cultura, originalidad y pasión que llena las próximas dos páginas de recuento sobre Madrid y su Modernidad de finales de los años 20.
Y esto es sólo una muestra, una exigua aproximación a lo que Andrés y Hermoso, René y Lizarralde sintieron y se afectaron por su casa de origen, por la patria madre.
Sólo persiguieron las pistas de las paradojas en que fatídicamente los colocaron la barbarie y la civilización.

Un
momento,
¿sí?
Sí, un momento, un previo
de suma importancia...
Ahora sí, haga click en el colorido óvalo desplegado
encima del Chaplin que ya lo alertó.

